miércoles, 5 de noviembre de 2008

Tanta esperanza... desespera.

La búsqueda de identidad siempre ha sido algo traumático, me incluyo entre los casos más típicos. Tanto las personas en si mismas, así como las instituciones, los gobiernos o las naciones son, a lo sumo, colectivos donde la contradicción reina a sus anchas.

Contradicción es que hoy, feliz, o tristemente, eso el tiempo nos lo dirá, los sufridos habitantes de este nuestro país tan querido hayan votado a Barack Obama. ¿Busca este país una nueva identidad, más abierta y razonable? ¿Está dando tumbos sin ton ni son de un extremo a otro? ¿Es (será), por tanto, el nuevo presidente tan diferente a lo que fue el denostado Bush?

Mi opinión al respecto no difiere de la de cualquier escéptico acérrimo, no tengo ni tanta esperanza en el cambio, ni tanta fe en el futuro, ni siquiera la impresión de que tenga intención de provocar ningún cambio de verdadera importancia. Todo este halo de cambio y futuro prometedor es mero electoralismo.

Necesito de hechos, de realidades, la ilusión y las intenciones son útiles pero efímeras; las consecuencias, y nada más, es lo que entra en los libros de historia. Lo demás quedará en las hemerotecas.

Mucha suerte.

3 comentarios:

xinocore dijo...

Me sumo a los escépticos.

No será que la era Bush necesitaba terminar radicalmente. Que por bien del país era necesario una cara que represente el "cambio". Que la han liado en Irak, que el mundo en general se considera antiamericano y hay que cambiar la imagen internacional, tras haberse apoderado de todos los recursos de Irak estratégicamente y no van a rectificar claro.
En fin, USA es un imperio en todos los sentidos, no es nada nuevo, si hace falta poner un presidente negro para que el imperio siga en lo más alto lo harán. Da exactamente igual, la política de la nación seguirá su curso, ya sabemos que la camará alta y los lobbies empresariales tienen un poder brutal allí.

Es cierto que algo representa, aunque sea sólo simbólicamente, que sea un afroamericano.

A ver qué pasa.

José dijo...

Pues por una vez yo me opongo al escepticismo. A mí personalmente me ha convencido, pero esta es una excepción

José dijo...

Pues por una vez yo me opongo al escepticismo. A mí personalmente me ha convencido, pero esta es una excepción