jueves, 3 de diciembre de 2015

Genios

Corría 1973, Paco de Lucía tenía 26 años, estaba grabando Fuente y caudal y en determinado momento el productor le dijo que no había material suficiente para completar el disco, que debía añadir un tema. Entonces De Lucía pidió unos minutos, durante los cuales se dio un paseo por el estudio de grabación; allí estaban trabajando otros músicos, entre ellos algunos de los más populares del momento: el guitarrista oyó a Los Marismeños interpretando Caramba, carambita, y a Las Grecas cantando Te estoy amando locamente. Luego volvió al estudio, llamó a un bajo y a un bongó y, sin más, improvisó Entre dos aguas.

“Pero, si te fijas bien”, añadió Rebollar, “dentro de esa rumba, disueltas en ella, están las melodías de Los Marismeños y Las Grecas”. Es verdad: el monstruo las devoró, convirtió su latón de éxito veraniego en el oro de la rumba más inolvidable del flamenco. Es lo que suelen hacer los genios.

Palos de Ciego - Un monstruo omnívoro - Javier Cercas